o al menos, lo primero en lo que pienses.
Necesito alargar el brazo, rozar tu cara con la punta de los dedos...
y saber con certeza lo mucho que te necesito, ¿Sabes?
Imagina.
Imagíname apoyada en tu pecho, mirándote a los ojos.
Contándote cualquier tontería,
cualquier cosa que nos distraiga de lo mucho que pesa el mundo.
Cualquier curiosidad que haga que la vida sea leve,
cualquier estupidez que se me escape.
Por que a tu lado la vida vuela,
y me apetece verla cruzando el cielo.
Imagínalo, porque es lo que más quiero.
O no,
porque lo que más quiero,
eres tú.
Que en este feo mundo que ha perdido la cabeza,
yo le rezo a tu belleza.
No hay medicina, doctrina o disciplina, no,
no hay aspirina para el amor que se amotina,
y es que aún tengo la espina de tu cuerpo en mi retina
y tu olor en mis cortinas...
Y si me amas, ya no habrá más camas,
ni tramas, ni yemas que acaricien otras damas,
No más.
Es de estar sin ti de lo que huyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aprieta el gatillo.