A ti sonriéndome.
A ti levantándome las cejas.
Luego los abro, y dejo de verte,
pero nunca consigo dejar de pensarte.
Desde que se hace la luz hasta que se apaga,
desde la primera sonrisa hasta la última lágrima,
desde el primer abrazo hasta el último día de nuestra vida,
En cada momento, pensando en tu sonrisa.
Imaginando el día en el que pueda probarte,
el día en que todo lo que hemos soñado se cumpla.
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