Diary of my love: 31, 32, 29, 80

Y me gustaría poder describir las tormentas dentro de mi pecho,

el trote suave y continuo de mi vida, mis pausas, mis sentidos, mis secretos... Pero no puedo, y me conformo con contarte lo que pienso, lo que veo... Y lo que, a mi pesar y por encima de todo, necesito. Y aquí estoy, una hora más buscando palabras que te describan, que te susurren, que te mezan. Aquí estoy, soñando con tus labios y tus caricias, tus mensajes y tus perdidas. Aquí me tienes, cada día, cada hora, cada minuto, pensando en ti.

La llama.

Hermanita, no puedo expresar lo que siento hacia ti porque no encuentro palabras.

Amor de hermano, ganas de que te sostengas en mi en todos tus pasos dificiles, en que te protejas en mí cuando haga mal tiempo, en que te sientas todo lo bien que yo no puedo sentirme.

Ahora entiendo a los padres y a los hermanos, el pretender que la persona a la que quieres viva la vida que tu nunca pudiste tener, el querer que no te tropieces en ninguna piedra, y si aún lo haces, no echarte la bronca si no ayudarte a ver que la piedra es una caida tonta y levantarte en risas.

Puta enana, te quiero y siempre voy a estar a tu lado.

Una promesa es una promesa ¿no?

El baúl de los recuerdos.

Este diario es como una habitación cerrada, sin puerta.

Podría ser agobiante leer todos los sentimientos que se crían dentro, pero a veces lo que uno necesita es estar en ella, tatuar en las paredes cada pensamiento, Cada tic tac del reloj, cada lágrima que caiga y cada beso que se escape. Cada sueño. Cada ideal. Cada disparo y cada sonrisa. Este diario es mi baúl de los recuerdos. Es mi Salida secreta entre las barreras que me oprimen. Eres tu y yo. Y él. Y ella. Somos nosotros. Son todos los te quiero que no me atrevo a susurrar cuando estoy ahí fuera.

Es libertad.

viernes

31, 32, 29, 80

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