miércoles

Besos

No sabes lo agobiante que puede ser la necesidad de un beso hasta que la sientes. Quiero decir, parece una tontería, pero no lo es. Sientes un cosquilleo en la tripa, en los labios. El corazón te late raro y notas una presión agradable en el pecho. Darías lo que fuera por ese roce de labios, ese suspiro compartido y esas caricias inconscientes imposibles de ignorar.
Y ahí está. Ese vacío que te pide a gritos que lo llenes. Esa voz que te susurra desde dentro que no piensa callar hasta que lo consigas.
Esa imagen...
Ese recuerdo. El recuerdo del tacto. Del frio en la piel. El recuerdo de tu olor, en tu cuello, en mi ropa.
El recuerdo del sabor a fresa y de los labios cortados de tanto besarte. El de tus manos jugueteando con mi cuerpo. El de tus ojos... Cómo me miraban tus ojos. Cómo me miraban tus labios...
Cómo te desean los míos.

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