lunes

Me duele el alma.

He vuelto a soñar con él,
ahora aparece en mis sueños todas las noches, varias veces.
Me coge la mano y me besa.
Le da igual quién nos mire.
Y cuando despierto le extraño más que nunca.
Estas 72 horas han sido las peores de mi vida.
Noto como si hubieran caído mil ladrillos sobre mis pulmones,
La tos sale de mi garganta como si estuviera a punto de morir,
me duele respirar en el lado derecho del pecho...
Y la conciencia me muerde el cuello dejándome marcas cada vez más visibles.
Es un castigo. Lo sé. Me lo merezco...
Y no paro de creer en Dios,
no paro de pedir ayuda.
No paro de decirme a mi misma que me he vuelto una adicta,
que me corre por las venas un ansia de volver a probarlo,
que lucharé con quien haga falta para poder volver a tenerlo...
Que me estoy volviendo loca.
Y acaricio la idea con los dedos, con cuidado.
La dejo estar y después me abrazo a ella sin pensarlo.
Y me tiemblan las manos del miedo,
Algo chilla dentro de mi,
Algo que evoca malos recuerdos,
Están ahí, próximos, a la vuelta de la esquina,
preparados para asaltarme.
Preparados para volver a mancillar mi vida.
Mis manos están frías ahora...
Por que no puedo compararlas con las suyas.
Perdonadme todos por arrastrarme.
Perdonadme por pedir perdón
Soy una adicta...
no puedo pasar sin tenerlo,
no puedo pasar sin probarlo,
Soy adicta a él, Soy adicta a su nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aprieta el gatillo.