Entre lágrimas me he dado cuenta de que no soy nada.
No soy nada.
No soy nada...
Nada.
Lo único que tenía huye de mí. Mis propósitos y esperanzas se me escapan entre las manos como agua.
Y por mucho que intente evitarlo, sólo me queda plantar cara a mi enemigo.
Me tiemblan las manos...
me acerco lentamente, y le destapo la cara.
¿Qué he de sentir en ese momento?
Se me acelera el pulso...
Y ahí está.
Mi enemigo es el miedo.
El miedo a quedarme sola.
El miedo a perderle.
A perderles a todos.
El miedo de que quieran significar algo que yo no pueda entender.
Estoy perdida...
Estoy perdida...
Es tan desesperante sentirse así :/
ResponderEliminarFuerza.