-Lo tengo.
-Regula la luz. Bájala.
-¿Y ahora?
-Estás acostado en el suelo, con el cuerpo boca arriba, observando el techo...
Y miras a tu izquierda.
Estoy ahí, ¿me ves?
-Sí... Te veo... Me miras.
-Y te agarro la mano, mientras la lluvia nos canta que es hora de dormir.
-Dormir juntos...
-Cogidos de la mano.
Estás a 10 minutos de mí y no puedo verte.
Es injusto.
Voy a por la metralleta.
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